Pueblo, por la derrota de la oligarquía… ¡A LA CARGA!
La muerte de Gaitán fue un horroroso crimen de Estado que aún espera salir del oscuro foso de la impunidad. Sus determinadores contaron siempre con la complicidad de unos jueces agradecidos e inmorales que habían sido colocados en esos cargos como cuota burocrática de los magnicidas. Todos sabemos que el asesino trabajaba para el diario conservador El Siglo, dirigido por Álvaro Gómez Hurtado, el hijo de Laureano, y que la