Ecuador: crisis y neoliberalismo

 

Introducción

Reproducimos para nuestros seguidores y lectores de la página oficial y redes de las FARC-EP Segunda Marquetalia la siguiente entrevista realizada a José Ariza y Dax Toscano. José Ariza psicólogo social y miembro del Comité del Pueblo en Resistencia, por su parte Dax Toscano destacado periodista y analista internacional ecuatoriano que siempre ha estado comprometido con la lucha de los pueblos de América Latina y el mundo.

En esta entrevista nuestros militantes, amigos y lectores en general podrán encontrar una profunda reflexión y análisis sobre la actual crisis social por la que está pasando Ecuador en el contexto de unas elecciones que se acercan y del recrudecimiento de la violencia, pero también de una crisis de toda la región donde los EE.UU. refuerzan y profundizan su política de expansión imperial con el apoyo de las burguesías apátridas.

Desde las FARC-EP Segunda Marquetalia aprovechamos para expresar toda nuestra solidaridad con la confianza de que al final el pueblo ecuatoriano triunfará.

¡Viva el pueblo de Manuelita Sáenz, de Manuela Cañizares, de Eloy Alfaro!

Redacción FARC-EP Segunda Marquetalia


Por: José Ernesto Nováez Guerrero para Al Mayadeen Español

La entrevista exclusiva para Al Mayadeen Español aborda la situación en Ecuador, la ineficiente gestión del presidente Guillermo Lasso, el agravamiento de los problemas sociales y la violencia desatada en el país.

El miércoles 9 de agosto fue asesinado al concluir un mitin electoral en Quito, Ecuador, el candidato Fernando Villavicencio. Horas después del atentado, el presidente Guillermo Lasso dictó un nuevo estado de excepción, el número 17 de un gobierno que se ha caracterizado por su incapacidad para gestionar las sucesivas dificultades que afectan al país.

Continuador de las políticas de Lenín Moreno (2017-2021), el período del banquero presidente se ha caracterizado por la ineficiente gestión de lo público y el agravamiento de la situación en materia social y de seguridad en el país. También por el sostenido ataque y desmontaje de todo lo que implique una continuidad con los años de gestión del expresidente Rafael Correa (2007-2017) y con el correísmo como estela política de esa gestión y del movimiento Revolución Ciudadana (RC).

En vísperas de unas elecciones anticipadas, que se celebrarán este domingo 20 de agosto, el país llega con una crisis de gobernabilidad evidente, y una agudización de las contradicciones políticas que llega al extremo del asesinato en plena campaña de un candidato presidencial, un ascenso del narcotráfico y la violencia asociada a este, una depauperación significativa de la calidad de vida de los ecuatorianos y una izquierda fuertemente golpeada por la reacción.

Para reflexionar sobre algunas de las implicaciones de los hechos recientes y analizarlos como parte de un proceso mucho mayor, conversamos con José Ariza (JA), psicólogo social y miembro del Comité del Pueblo en Resistencia, y con Dax Toscano (DT), periodista, académico y analista internacional.

-Hace pocos días asesinaron a uno de los candidatos a las elecciones presidenciales en Ecuador. ¿Cómo podemos leer estos hechos y qué expresan respecto a la realidad de la nación?

JA: A vuelo de pájaro, podemos afirmar que la crisis que llevó a la dolarización en el año 2000 como salida amañada a una hiperdevaluación de la moneda local (Sucre), provocada por medidas gubernamentales criminales contra el pueblo para favorecer a los banqueros y grupos de poder, como la sucretizacion de la deuda privada, el corralito bancario, etc., fue un atraco a los fondos públicos y de la sociedad por parte de un sector acostumbrado desde décadas a hacer lo que les diera la gana con el país.

«Esto provocó la mayor migración de la historia. Alrededor del 25 por ciento de los ecuatorianos se marcharon a diferentes destinos, destrozando vidas, patrimonios y familias. Fue una época en que cayeron tres gobiernos electos, por la presión de los factores y actores sociales, entre ellos la oligarquía que intentó mantener su control, junto a fuerzas armadas, jueces, iglesia, etcétera.

«Esa dolarización no detuvo el empobrecimiento generalizado y la migración. Se profundizó la falta de confianza en las instituciones del Estado y el abstencionismo electoral alcanzó niveles muy altos. Ahí apareció Rafael Correa, como propuesta de un pequeño grupo de intelectuales y activistas que se llamaron Alianza País, muchos de ellos provenientes de bases religiosas y académicas. La década de gobierno de Rafael Correa se enmarcó en una propuesta de salvación nacional. Desde propuestas progresistas de fortalecimiento y reestructuración del Estado, logró un desarrollo casi milagroso, fortaleciendo las potencialidades y capacidades del país, generando mayor bienestar para las mayorías, en especial los más empobrecidos, para lo cual tuvo que replantear la correlación de fuerzas, logrando poner a raya por un momento a los poderes fácticos, con gran apoyo popular, lo cual lo llevó a ganar decenas de elecciones democráticas en diferentes ámbitos. Correa y su equipo se volvieron casi imbatibles, fue un oasis de paz y crecimiento generalizado.

«Eso lo llevó a confrontar con los grupos funcionales establecidos en la sociedad, proceso necesario que generó muchas resistencias, evidenciando las falacias organizativas de grandes sectores sociales como los indígenas, que hoy seguimos padeciendo cuando apoyan al banquero antisocial. Profesores, sindicalistas, médicos, cámaras gremiales, etcétera. Abrió decenas de frentes, pero sobre todo fue acusado de “ni roba ni deja robar” por las oligarquías parasitarias banqueras y la lumpen burguesía local, como también por su triunfo contra la grosera intromisión de las ONG como USAID y otras, el lobby de la US Embassy en todos los sectores, en especial militar, y la corrupción promovida por las multinacionales, lo cual le valió el odio de todos esos sectores.

«La conspiración de los poderosos, apoyada por la CIA, se hizo permanente, y aparecieron varios agentes como María Fernanda Espinoza, principal promotora de la solución Lenín Moreno para destruir el correísmo y por lo cual fue premiada con la presidencia de la ONU en el 2018, lo que comprueba quienes estuvieron y están detrás del caos del Ecuador.

«Es en este contexto que la ultraderecha y la Embassy harán lo que sea para evitar que regrese el correísmo al poder. No pudieron evitarlo en las elecciones seccionales pasadas, donde la Revolución Ciudadana (RC) ganó en las principales ciudades y en otras 60 más, pero ahora han aumentado la apuesta.

«Es evidente que el asesinato de Villavicencio es un golpe mediático profundo, que altera el tablero electoral ante la evidencia de que el correísmo ganaría en primera vuelta con más del 40 por ciento y que ningún otro candidato llegaría ni al 20 por ciento. Por eso el objetivo fundamental es evitar que esto suceda y que al pasar a segunda vuelta cualquiera de todas las otras opciones, todas de derecha, incluso el seudo indígena que permitió el triunfo del banquero, se unirán como ya lo hicieron en las pasadas elecciones, contra el correísmo».

DT: El Ecuador, literalmente, está destrozado. Es el resultado de la aplicación del modelo neoliberal que solo ha traído hambre, desempleo, falta de medicinas, inseguridad para la mayoría de la población mientras los grandes grupos empresariales, la banca, han sido los beneficiarios. Hoy, el número de personas durmiendo en las calles es mayor. No solo se trata de cifras frías. En la cotidianidad, podemos ver esta realidad lamentable, mientras el negocio sucio de la droga ha ido haciendo del Ecuador un lugar ideal para los carteles, sobre todo mexicanos, que operan a través de las diversas bandas delictivas creadas en Ecuador. Estamos en un punto crítico que lo único que puede darse es una implosión como la del Titán.

—Todos los análisis apuntan a que el narcotráfico es un problema que se ha salido de control en el país y cuyas estructuras han penetrado todos los niveles del Estado. ¿Qué valoración tienes de esta situación?

DT: No es un fenómeno nuevo el narcotráfico en Ecuador. Es un error considerar que recién ahora el narcotráfico ha hecho presencia en nuestro país. Se remonta a décadas atrás. Basta recordar que Pablo Escobar, antes de ser el gran capo que fue, venía a conseguir el producto en Ecuador. No debemos dejar de señalar los casos sonados de narcotraficantes en el país como el de Hugo Reyes Torres o el de empresarios nacionales y extranjeros ligados a cadenas de comida que se expandieron gracias a los dineros del narcotráfico. Y, por supuesto, políticos y miembros de las instituciones policiales, militares involucrados en actividades delictivas como robo de autos, extorsiones y droga.

«De igual manera, ha existido una relación estrecha entre funcionarios policiales y delincuentes. Óscar Caranqui, un narcotraficante que fue detenido, tenía una celda especial en la cárcel y salía de la misma a seguir delinquiendo o a darse la buena vida con la complicidad de policías. Esa es la realidad, hoy elevada a un nivel más complejo. Ya no solo se trata de individuos sueltos del aparato estatal relacionados con los delincuentes. Hoy hablamos de que esas instituciones son las que actúan como verdaderas organizaciones delictivas. La serie Narcos México, es un buen ejemplo de lo que pasa en Ecuador: hay una relación estrecha entre políticos, policía y delincuencia organizada.

«El Estado se ha lumpenizado, lo cual tiene que ver, en parte, con el proceso de desinstitucionalización del aparato estatal iniciado bajo el gobierno de Moreno y del ejecutor de ese proceso, Julio César Trujillo tras la consulta mañosa realizada en 2018. El Estado ecuatoriano es un Estado fallido, además agravada esta situación porque tenemos un gobernante que ha estado vinculado a grupos criminales como la Mafia Albanesa con la complicidad de la policía, cuyos generales han sido señalados como narcos».

JA: La reducción del negocio del narcotráfico en Colombia, por la reestructuración de las cúpulas militares y policiales realizadas por el nuevo gobierno de Gustavo Petro, hizo que muchas migraran a Ecuador a través de una frontera permeable, en especial por la permisividad del gobierno de Lenín Moreno y más aún de Guillermo Lasso, que eliminó los ministerios de Justicia y Seguridad Integral, desarticuló el premiado sistema 911, etc., corrompiendo todas las instancias de poder militar, policial, judicial, etc.

«Esta corrupción llega incluso al propio presidente Lasso, a través de su cuñado prófugo Danilo Carrera y cabeza de su banco de Guayaquil, sus principales ejecutivos de total confianza, como Rubén Cherrez que apareció raramente asesinado en su casa de playa, todos vinculados con la mafia albanesa, como se ha probado en cientos de documentos de respaldo presentados en la asamblea nacional para el proceso de destitución del actual presidente y donde los votos del partido indígena fueron cómplices otra vez del banquero. Pero sobre todo, en medio de esta crisis de seguridad que ha llevado a Ecuador a estar peor que sus vecinos, este gobierno ha ejecutado poco más del ocho por ciento del presupuesto de seguridad.

«Lo que vemos en este momento es un remedo del proceso de paramilitarizacion que llevó a Colombia desde hace más de cinco décadas a usar el terror, el envilecimiento y la descomposición social como herramientas de control, aunado a una política de empobrecimiento generalizado que intenta revertir los derechos ganados y los otorgados durante la década de la RC.

«Si bien históricamente Ecuador no ha vivido los procesos de violencia trágica de Colombia y no han logrado aparecer guerrillas tan fuertes como las FARC o el ELN, aunque lo intentaron, tampoco aparecieron procesos de paramilitarización como la Autodefensas Unidas de Colombia y otros grupos. Así que tardíamente intentan fortalecerlas desde el relato mediático y desde otorgarles espacios de acción y poder, como las cárceles, el microtrafico representando a los grandes carteles continentales mejicanos, la trata de personas, en especial colombianas y venezolanas. Ecuador ha sido entregado a este proceso de uribizacion violenta y como en Colombia, luego de enraizado es casi imposible detenerlo».

—Guillermo Lasso ha anunciado un nuevo decreto de excepción, el número 17 de su período. ¿Cuál es el saldo de su gestión para las y los ecuatorianos?

—JA: Nadie se hubiera imaginado que pudiera haber un peor gobierno que el de Lenín Moreno, sirviente de los bancos y grupos de poder locales y multinacionales, pero Guillermo Lasso lo supera en desastre gubernamental.

«La política publica ha sido desastrosa para todos los ecuatorianos, la migración desesperada otra vez empieza a tener niveles inhumanos, ya se habla de un millón de migrantes, entre ellos 200 mil caminando por la selva del Darién.

«Mientras Lasso guarda 12 mil millones de dólares en el exterior, ha reducido todos los presupuestos sociales (educación, salud, seguridad, promoción social) pero también los policiales. Los niveles de desempleo, deserción escolar, gastos médicos, impuestos, precio de alimentos e insumos, etc., afectan gravemente la economía de las familias, algunas de las cuales han reducido a una sola comida diaria su dieta.

«Algunos economistas coinciden que el objetivo de mantener tan alta la reserva internacional ha sido encarecer los bonos de deuda, de propiedad en gran medida de los banqueros».

—DT: No se podía creer que existiría un presidente más inepto y corrupto que Lenín Moreno, pero Lasso lo superó ampliamente. La destrucción del país provocada en el gobierno de Moreno, terminó de concretarse con el banquero a un ritmo acelerado. La deshumanización, además, del gobierno actual del Ecuador es brutal. No le importa la situación que vive el país, no así la de su clase social y de los grupos económicos con los que tiene estrecha relación y más aún la banca. El entonces candidato presidencial Andrés Arauz le preguntó a Lasso si prefería el país o la banca: hoy la respuesta queda contestada con la evidencia.

«El pueblo no tiene medicinas, empleo… la infraestructura que se realizó en la época de Rafael Correa está destruida, el crimen organizado tiene en jaque al país, en materia cultural nada, absolutamente nada, se ha hecho. En cambio, la banca, los tenedores de bonos de deuda, los grandes empresarios se sienten cómodos con este gobierno. Hoy somos uno de los países más inseguros de la región».

—¿Cuál es el programa de la izquierda, especialmente de la candidata Luisa González, para hacerle frente a la actual situación?

—DT: Un programa mínimo y posible de realizarlo en este poco tiempo: primero, utilizar una parte de los recursos que el Ecuador tiene como reservas internacionales para inmediatamente solucionar los problemas que aquejan a la población más pobre y que tienen que ver con la falta de medicinas, hospitales abandonados y deteriorados, posibilitar a los campesinos que desarrollen su actividad mediante condonación de deudas y el otorgamiento de créditos.

«En materia de seguridad, depurar la policía, a la vez de dotarla con los recursos para el combate a la delincuencia, desarrollar la inteligencia policial y militar y aplicar mano dura contra las organizaciones criminales. Hay un punto importante que tiene que ver con la necesidad de apoyar la cultura, el arte y el deporte. El objetivo es salir de las zonas abismales en las que nos encontramos.

-JA: La consigna de la RC “Ya lo hicimos y lo haremos mejor” resume el plan de gobierno: volver a las políticas públicas exitosas y corregir errores de la década ganada; mano dura contra las bandas y mafias organizadas discriminándolas de los delitos famélicos, fortaleciendo y reestructurando a la policía; mano dura contra la corrupción enraizada en todos los estamentos del Estado; revitalizar la economía de las familias fortaleciendo los presupuestos sociales en salud, educación, seguridad comunitaria, etc.; fortalecer el emprendimiento como garantía de derechos; créditos a muy bajo costo; mercados directos; reconstrucción y fortalecimiento del 911; garantizar todas las soberanías tal y como lo plantea la Constitución de Montecristi; soberanía alimentaria, económica, agrícola, cultural, etc.

«No es solo una oferta de campaña, ya lo hizo la RC y tiene la experiencia y capacidad de volver a hacerlo. Claro, también se necesita un gran apoyo popular para enfrentar el boicot, como ya lo hicieron, de los sectores oligarcas y banqueros que tratarán de mantener sus prebendas.

—¿Se puede hablar de que ha habido un ciclo de degeneración política y social en el país desde la salida del gobierno de Correa hasta el presente? ¿Puedes argumentar las principales características de este ciclo?

—-JA: Sí. Este ciclo perverso es provocado por los grupos de poder locales, pero en especial por los multinacionales. Ecuador ha sido laboratorio para reforzar el colonialismo desde lo cultural y monetario y en el contexto actual de guerra mundial, se necesita el contingente de las islas Galápagos como base militar de la OTAN, primero a préstamos y ahora vendida como pago de deuda externa.

«Nos quieren convencer que a Villavicencio lo mataron las bandas locales, los choneros, pistoleros reconocidos que han cometido algunas masacres, pero no, los gatilleros son delincuentes colombianos contratados, de forma similar como los que mataron al presidente de Haití o los que capturaron tratando de matar al presidente Nicolás Maduro.

«El proceso de la RC demostró que Ecuador tiene todo para emprender un enriquecimiento generalizado de su sociedad, pero eso nos haría más independientes de la manipulación imperialista yanqui, por eso salió la base gringa de Manta, se expulsó a la embajadora de EE.UU.y a los asesores marines. Por eso Ecuador resaltó en la escena geopolítica al no ser cómplice de los crímenes de Álvaro Uribe, al regularizar a mas de 75 mil refugiados dándoles derechos. Correa por fin tuvo una política de soberanía nacional que todos los anteriores presidentes habían vendido y de no haberlo boicoteado con Lenín Moreno, habría seguido ganando elecciones y fortaleciendo una identidad nacional de paz y prosperidad social.

«El Plan perverso de dominio social que estudiamos desde la psicología social incluye: empobrecimiento generalizado junto a un enriquecimiento grosero de una pequeña élite cómplice y esto junto a una generación de un clima de terror social cotidiano, manipulación mediática y posverdad, debilitamiento del Estado, debilitamiento de las instituciones, lo que permite la creación de una narrativa Pocahontas del buen esclavo y del maravilloso invasor salvador.

«El golpe mediático planificado a detalle del asesinato de Villavicencio ha sido realmente fuerte, el poco tiempo de reacción nos hace difícil el cambio de narrativa en el imaginario popular. Ahora que el nivel de indecisión electoral es tan alto y para ganar en primera vuelta contábamos con nuestro voto duro del 30 por ciento y por lo menos un 10 por ciento del voto blando, corremos peligro de perder esta oportunidad de recuperar la senda de la prosperidad social y la dignidad del Ecuador».

—DT: Efectivamente. Y esto se evidencia porque Ecuador tiene un Estado fallido, en el que las mafias y organizaciones criminales controlan diversas instituciones como es el caso de la policía. Este proceso inicia con el triunfo de la consulta mañosa e inconstitucional de Moreno que le permitió destruir lo avanzado en materia institucional bajo el gobierno del presidente Rafael Correa.

«A esto se suma la corrupción generalizada. Los acusadores de Correa son los verdaderos corruptos: negociado de medicinas en la época de Moreno, la evasión de impuestos de grandes empresarios, el caso INA PAPERS en el que está involucrado Moreno y todo su círculo familiar, son solo un ejemplo. Lasso ha ido a un más lejos, al estar relacionado él y sus allegados con grupos mafiosos. La estructura del Estado es putrefacta. En las instituciones públicas prestadoras de servicios nuevamente han aparecido los tramitadores y cobradores de dinero para que los trámites se hagan más rápidos.

«El sistema de justicia, sobre todo la fiscalía, con una ficha de Moreno, y la embajada de EE.UU. en la figura de la fiscal Diana Salazar, se han dedicado únicamente a perseguir, como lo ha hecho contra Rafael Correa y Jorge Glass. Otro hecho que evidencia el grado de degradación y hundimiento del Ecuador es la situación de las cárceles en el país, en las que son los capos de los grupos delictivos los que tienen el control en forma abierta y descarada, con la complicidad de la misma policía.

«Ellos poseen armamento sofisticado y desde dentro de la cárcel, los líderes de las bandas disponen la realización de las acciones delictivas. No olvidemos, también, los enfrentamientos entre grupos delictivos dentro de las prisiones con actos de una brutalidad terrible. Es el Ecuador que el neoliberalismo y sus representantes ha destrozado».

Fuente: https://espanol.almayadeen.net/entrevistas/1730107/ecuador–crisis-y-neoliberalismo

Comments are closed, but trackbacks and pingbacks are open.