¡VIVA LA RESISTENCIA INDÍGENA! En el bicentenario de la Batalla de Boyacá, FARC-EP

¡VIVA LA RESISTENCIA INDÍGENA!

En el bicentenario de la Batalla de Boyacá, FARC-EP

Somos parte de la tierra y ella es parte de nosotros. Las flores perfumadas son nuestras hermanas; el siervo, el caballo, el gran águila, son nuestros hermanos. Los picos rocosos, los surcos húmedos de las campiñas, el calor del cuerpo del potro, y el hombre, todos pertenecen a la misma familia…”

De una carta del Jefe Seattle de la tribu Suawamish al presidente de los Estados Unidos Franklin Pierce (1855).

Hoy 12 de octubre, conmemoramos el día de la Resistencia Indígena. 527 años del inicio del proceso de invasión, conquista, colonización y colosal exterminio de los pueblos originarios de América por parte de España y otros países europeos.

Más allá de las divergencias que se puedan presentar entre las corrientes historiográficas respecto al impacto que sobre la población americana precolombina tuvo el arribo de los europeos al llamado “Nuevo mundo”, lo cierto es que la inocultable catástrofe demográfica, sumada a la negación y desmedro planificado de las culturas ancestrales, afectó a millones de personas a las que se les violentó y se les sigue lesionando sus derechos en todo sentido. Por eso, enfáticamente, debemos decir que no hay nada que celebrar, pero si mucho que resarcir en beneficio de los pueblos originarios siempre vilipendiados y desconocidos de manera alevosa por gobernantes de ayer y de ahora.

El mestizaje y el sincretismo cultural del presente son una realidad que se desenvuelve acentuándose las discriminaciones y exclusiones de todo orden, los distanciamientos y choques de clases con las pobrerías sufriendo el maltrato de quienes desde el poder del capitalismo siguen negando los derechos fundamentales a las mayorías, entre las que se encuentran los sojuzgados pueblos indígenas a lo largo y ancho del continente.

En hora buena, desmontando eufemismos como el de llamar “descubrimiento”, “encuentro de culturas”, o “encuentro de dos mundos”, etc., tras los que se esconde el genocidio a que fueron sometidos nuestros hermanos indígenas y a su lado millones de afrodescendientes, fue establecido a iniciativa del Comandante Hugo Chávez Frías, desde el año 2002, el Día de la Resistencia Indígena, marcando un hito de reconocimiento de las luchas y los derechos de los pueblos originarios, con una visión anticolonialista y emancipadora, que de suyo levanta banderas anticapitalistas y antiimperialistas, de no intervención y de autodeterminación, que toman como cimiento el ejemplo de resistencia y combatividad de héroes y heroínas como el del inca Túpac Amaru, el del mapuche Leftraro, el de la aymara Bartolina Sisa, el tequeño Guaicaipuro de Venezuela, el del pijao cacique Calarcá, o la Gaitana cacica timaná que combatió en los Andes colombianos, como los de millares y millares de hombres y mujeres venidos de la savia de la Abya Ayala.

Las FARC-EP rinden homenaje a la resistencia indígena y a la resistencia de los pueblos de Nuestra América que siguen lidiando por la definitiva independencia, retomando su legado y compromiso indeclinable que bien recogió el Libertador Simón Bolívar para quien había, no que negar a los pueblos originarios y afrodescendientes sino que debíamos mezclar todas las sangres en el crisol de la raza humana. Para el caso la América Nuestra multiétnica, diversa y multicultural, debe ser la patria de todos y todas con respeto absoluto a cada ser humano y al entorno que la integran. Son el ser humano y la tierra, las esencias de ese mundo diferente que queremos en paz con justicia social. Sin pasar jamás por alto la enseñanza de nuestros hermanos amerindianos: “Lo que ocurra con la tierra recaerá sobre los hijos de la tierra. El hombre no tejió el tejido de la vida; él es simplemente uno de sus hilos. Todo lo que hiciere al tejido, lo hará a si mismo”.

Desde las montañas insurgentes de Colombia, FARC-EP

Octubre 12 de 2019

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