Lacayas y lacayos

El Fiscal General de Bolsillo, señor Francisco Barbosa, ha dejado a los colombianos asombrados y boquiabiertos al ordenar la captura de los agentes de la Dijin que legalmente interceptaron las comunicaciones del narcotraficante José Hernández, (el Ñeñe Hernández), y grabaron los audios que hoy son prueba reina, en el caso de la financiación de la campaña presidencial de Iván Duque con dineros del narcotráfico.

¡Qué Fiscal tan descarado! En lugar de capturar y sancionar judicialmente a los involucrados en el delito, le coloca las esposas, no a éstos, sino a los investigadores que hallaron las pruebas.

Aprehender a los técnicos de la Dijin y no a los investigados, ignorando la aplastante catarata de evidencias, hace pensar que Francisco Barbosa, o, atraviesa un momento de confusión mental que amerita consulta urgente con un buen sicólogo, o sencillamente, es un desfachatado y descompuesto que ha tomado la decisión consciente, de defender la impunidad de unos jefes políticos podridos que lo colocaron en la Fiscalía General de la Nación, precisa mente para eso.

Barbosa ya está superando en materia de justicia torcida al ex fiscal Néstor Humberto Martínez; por eso se encoge de hombros ante la responsabilidad de María Claudia Daza, o «la Caya» –como la llaman sus familiares y amigos-, integrante principal de la UTL del senador, Álvaro Uribe. Ella es “lacaya” de Duque y “lacaya” de Uribe, como lacayo de los mismos, también es, el actual Fiscal General de la Nación.

Si no hacemos nada, si no reaccionamos, estamos es mandados a recoger. No podemos tolerar, ni un minuto más, los abusos de es- tos bandidos encopetados empotrados en el poder. ¡Cómo quisiéramos que Colombia, no fuera nunca más, un país de funcionarios lacayos del crimen y la impunidad!

Que Duque, no traicione sus propias palabras en campaña presidencial cuando aseguró que: «en caso de ingreso de dineros ilícitos a las campañas, no solo deben ir a la cárcel los tesoreros, sino también los candidatos».

Que demuestre que no engañaba con demagogia barata. Si hubiese consecuencia con aquellas palabras, el propio Duque debiera estar preso, y también Uribe…Y tras las rejas debieran estar los Gerlein y los Char, untados hasta la coronilla con los dineros mal habidos del Ñeñe y con la compra desvergonzada de votos y el fraude electoral, denunciados por la ex congresista Aída Merlano.

FARC-EP Segunda MarquetaliaJunio 7 de 2020

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