La verdad de Mancuso sobre el paramilitarismo

La existencia del paramilitarismo de Estado no está en cuestión. Ha sido la más horrible pesadilla que llenó de muertos nuestros campos dejando viudas, huérfanos y muchos dolientes, generalizó el despojo violento de tierras en un rango superior al de la violencia de los años 50 y activó con el terror el éxodo de campesinos el abandono de los surcos de trabajo para salvar la vida. Esta inhumanidad infernal del Estado fue el instrumento del sicópata Uribe para desbordar el conteo de muertos por falsos positivos y así demostrar con sangre, el éxito de su política de seguridad democrática.

Los testimonios del exjefe paramilitar Salvatore Mancuso ante la Jurisdicción Especial para la Paz, JEP, son impresionantes: «El paramilitarismo es una creación estatal fraguado en clubes sociales, batallones, hoteles y oficinas gubernamentales. «Yo mismo tuve carnet de la policía y del B-2». «Fue Carlos Castaño quien en el 95 me contó que se había reunido con la cúpula militar y que le pidieron fortalecer las AUC en el norte del país, que iban a colocar comandantes de Policía y directores seccionales de la Fiscalía afines a la ideología paramilitar», había afirmado en una versión libre en agosto del 2013. Y lo reafirma hoy al reiterar la verdad de que «el creador del bloque norte de las autodefensas fue el general Iván Ramírez. El mismo que como comandante del batallón de Inteligencia Charry Solano, BINCI, estuvo al frente de cientos de desapariciones forzadas de luchadores populares».

«Bajo intimidación -dice Mancuso a la JEP- compramos tierras en Urabá y Córdoba a 25 mil pesos hectárea. Después las vendimos a 8 mil al Fondo Ganadero de Córdoba. Así creamos una burbuja económica. Por eso no hay restitución». Y revela que, «el Estado Colombiano mandó a matar a sus agentes que investigaban crímenes de Estado».

Otra verdad aportada por el exjefe paramilitar es que «la UP no fue exterminada por las autodefensas. Su gran victimario fue el Estado colombiano. Cuando la UP empezó a llegar a cargos de elección popular, la preocupación vino de instituciones de seguridad del Estado y de sectores económicos».

“Fui encargado de crear las AUC a través de las CONVIVIR” (Mancuso lideraba 420 y cada una tenía no menos de 25 integrantes. Sus líderes se reunían en Medellín cuando Uribe era gobernador).

«Operábamos con el ejército, la policía, el DAS y la fiscalía. La inteligencia del Estado nos entregaba listas de personas que teníamos que matar, y nosotros cumplíamos las órdenes sin preguntar».

Mientras todo esto ocurría ¿dónde estabas JUSTICIA? No hubo justicia porque justicia no hay. Las Cortes actuaron siempre como trinchera de impunidad de los genocidas de Estado.

El comandante en jefe del paramilitarismo de Estado, de los falsos positivos, de los peores crímenes de lesa humanidad de las últimas décadas ha sido el presidente Álvaro Uribe.

FARC-EP

Segunda MarquetaliaAgosto 11 de 2021

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