Octubre de 1917, o Los Días Que Estremecieron Al Mundo – Primera Parte

Noviembre 7 de 2019.

OCTUBRE DE 1917, O LOS DÍAS QUE ESTREMECIERON AL MUNDO. PRIMERA PARTE.

Por Jesús Santrich, EL DISIDENTE.

El 7 de noviembre se cumplen 102 años del asalto al Palacio de Invierno.

Si el demonio de la revolución tiene agarrado a alguien por el cuello, ese es el zar Nicolai II”. Friedrich Engels en 1895, en una carta dirigida a Plejánov.

Solo 30 o 40 años después de que Lenin llegara a la estación Finlandia de Petrogrado, un tercio de la humanidad vivía bajo regímenes que derivaban directamente de los 10 días que estremecieron al mundo”. E. J. Hobsbawm

La Revolución de Octubre, es sin duda el mayor desafío al sistema capitalista de dominación que aún impera como el que más en el mundo, pero ya marcado con el antecedente para las generaciones futuras, de un proceso revolucionario que, dirigido por un partido de clase, el de los bolcheviques, sigue teniendo un influjo inevitable en el devenir de las luchas sociales y en la definición del rumbo de la humanidad.

Para los estudiosos de la Revolución de Octubre, el asalto al Palacio de Invierno y los hechos que le siguieron se constituyeron en una revolución política, económica y cultural de alcance universal. Tal proceso arrasó con la monarquía absolutista y la dinastía de los Románov y dio un drástico vuelco al estatus quo en una dimensión sin precedentes en cuanto a los influjos y alcances efectivos que tuvo en la historia de la humanidad. El socialismo fue y es ante todo y más allá de su proyecto económico y político, un ideario cultural con potencias transformadoras humanizantes que todavía están por despertar

La denominación le viene de la fecha en que se hicieron al poder, 25 de octubre de 1917 (según el calendario juliano que regía en Rusia y 7 de noviembre según el calendario gregoriano, que fue el que asumieron los soviéticos). Pero el punto de quiebre que se tradujo en la caída del zarismo y el ascenso de los soviets es el resultado de un agitado proceso de varios años y antecedentes de larga data.

Nos detendremos en este documento, no a desentrañar las causas profundas del hecho histórico, sino a recordar a nuestra militancia y lectores, los sucesos mas trascendentales de aquellas jornadas que el genial cronista estadounidense John Reed denominó Diez días que estremecieron al mudo. De forma somera nos referiremos previamente a sus antecedentes más inmediatos

La tradición en San Petersburgo narra que una salva disparada por el crucero “Aurora” a las 09:45, con uno de sus cañones, fue la señal para iniciar el asalto al Palacio de Invierno, en el cual participó parte de su tripulación uniéndose a los bolcheviques (su construcción fue en San Petesburgo, e hizo parte del grupo de tres buques que prestaron servicio en combate durante la Guerra Ruso-Japonesa. Fue parte de la Flota del Báltico y posteriormente de la del Pacífico).

Como antecedentes más inmediatos, se produjeron las protestas de enero de 1905 y la llamada Revolución de Febrero de 1917.

Las protestas de enero de 1905.

Sobre el primero, se recuerda que el domingo 22 de enero de 1905, tras meses de huelgas y disturbios en las fábricas de Petrogrado, al menos 200.000 trabajadores conducidos por Mijaíl Kozlov marcharon hacia el Palacio de Invierno, convocados por el cura Guergui Gapón, exigiendo mejoras salariales y condiciones de trabajo dignas. La respuesta que obtuvieron cuando llegaron a las puertas del Palacio de Invierno fue el fuego que abrieron los soldados comandados por el duque Vladimir Alexandrovich, tío del zar quien en ese momento no se encontraba en el lugar.

Doscientos manifestantes resultaron muertos y más de 800 fueron heridos en aquella fatídica jornada conocida como Domingo Sangriento, lo cual expandió la inconformidad y las protestas hacia otras ciudades y campos durante todo el año.

La medida del zar en 1906, de crear la Duma parlamentaría como manera de aplacar ánimos, no logró su propósito, y el régimen monárquico absolutista en pocos años entró en franco deterioro y rechazo de la población, lo cual se agravó con decisiones como la de declarar la guerra a Alemania en agosto de 1914 con tropas mal pertrechadas para soportar el invierno de 1915.

El distanciamiento del zar y de la corte, se tornó irreversible con el pueblo e incluso con los soldados del frente.

Entretanto, la influencia del Partido Socialdemócrata de Rusia fue tomando fuerza y los bolcheviques, con gran parte de su dirigencia en el exilio también aprovecharon la creciente descomposición del régimen para posicionarse en la escena política de descontento generalizado que ya sumaba a la clase media que había también empezado a sufrir las privaciones provocadas por la guerra.

La Revolución de Febrero.

El otro gran acontecimiento que es la Revolución de Febrero, viene ligado directa y consecuencialmente con los anteriores, de tal manera que cuando la cuarta Duma llegó al punto de consentir la conformación de un Gobierno Provisional, Nicolás II no tuvo otra salida que abdicar.

La Revolución de Febrero (23 de febrero de 1917 según el calendario juliano y 8 de marzo en el calendario gregoriano), es considerada la fecha de inicio propiamente dicho del alzamiento y su final según el punto de vista de los historiadores, puede ser el 27 de Febrero ( calendario juliano y 13 de marzo en el calendario gregoriano), que es el momento en que se crea el Gobierno Provisional y el Sóviet de Petrogrado, o el 2 de marzo (calendario juliano y 15 de marzo en el calendario gregoriano), que es la fecha de abdicación del zar Nicolás II, lo cual significó por un lado el fin de la monarquía absolutista de tres siglos, que desde 1905 estaba camuflada como monarquía constitucional, y por otro lado la creación del Gobierno Provisional de corte liberal (que debía propiciar la elección de un nuevo ejecutivo y la Asamblea Constituyente), y la instauración del Soviet de soldados y obreros de Petrogrado, mayoritariamente de tendencia socialista.

La Revolución de Febrero se configura como la primera fase de la Revolución de Octubre (noviembre según el calendario gregoriano).

Lo que se produce, entonces, para la instalación de este gobierno es la alianza liberal-socialista, emergiendo la coexistencia de un doble poder en la medida en que, en paralelo al gobierno formal, operaba ya el poder de los soviets.

Habiendo relevado al zar, el Gobierno Provisional tuvo el desacierto de persistir en la continuación de la guerra cuando ni siquiera había emprendido la solución de los problemas acuciantes de la población, y mucho menos las reformas profundas que esta exigía para superar la crisis, una de las cuales precisamente era no continuar en el frente de batalla.

En contraste, el programa de los bolcheviques que ya había logrado afincarse en el soviet de obreros y soldados de Petrogrado, agitaba dos consignas centrales: “Paz, pan y tierra” y “Todo el poder para los sóviets” (consejos), lo cual le aumentó partidarios y simpatías con prontitud entre los sectores sociales más desfavorecidas que no quería seguir mandando a sus hijos a la guerra.

La estrategia que se siguió, inicialmente, consistía en crear las condiciones para que el traspaso del poder se produjera durante el II Congreso de los Sóviets que ya estaba convocado y para el momento contaba con mayorías bolcheviques.

La tarea de conducir las acciones hacia la toma del poder la tenía el Soviet de Petrogrado y, la determinación del gobierno de enviar más tropas a un frente de batalla cercano, se tornó en factor fundamental para que se terminaran de caldear los ánimos que desatarían la insurrección. Oponerse a la contrarrevolución fue argumento para los alzados en cabeza del nuevo Comité Militar Revolucionario de Petrogrado (CMR), el cual prácticamente estaba controlado por los bolcheviques.

Tras los choques entre el Gobierno Provisional y el Comité Revolucionario Militar que se habían mantenido coexistiendo en el ejercicio tenso de un doble poder, al profundizarse sus contradicciones y sus pugnas por el control de los puntos estratégicos de la capital, finalmente los segundos remontan su influjo en la medida en que los sectores militares también les suman sus simpatías y terminan ejecutando el asalto contra el gobierno, que era la determinación que Lenin encarnó como bandera desde el comienzo de las revueltas. La noche del 25 de octubre ( calendario juliano y 7 de noviembre del calendario gregoriano), los revolucionarios ponen en captura a casi la totalidad del Gobierno Provisional estando en planas sesiones el II Congreso Panruso de los Sóviets, las cuales en protesta por lo sucedido son abandonadas por los socialistas moderados propiciándose con ello la toma del control total por los bolcheviques y la creación del Sóviet de Comisarios del Pueblo o Sovnarkom (SNK por sus siglas en ruso), cuyo primer presidente fue Vladimir Lenin. Desde esta instancia se sentaron las basases para hacer las reformas institucionales que condujeron a la creación de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.

Veamos una síntesis cronológica de lo que fue la Revolución de Febrero según lo hasta aquí narrado, prolongándola hasta el 7 de marzo (calendario juliano y 20 de marzo en el calendario gregoriano).

Cronología de la Revolución de Febrero:

La Revolución de Febrero, en su momento de desenlace del proceso de descontento, lo podemos ubicar en el lapso que va del 23 al 27 de Febrero, según el calendario juliano que regía en la Rusia zarista en aquel momento en que él imperio de los Románov completaba tres siglos de existencia. Para el calendario gregoriano que luego asumen los soviéticos, la fecha corresponde al período que va del 8 al 12 marzo de 1917.

Efectivamente se trató de una rebelión de enorme participación social que comienza con una nutrida manifestación en conmemoración del Día Internacional de la Mujer, la cual termina entrelazándose con las huelgas que se venían dando en las grandes fábricas de Petrogrado y que desembocarían conjuntamente en la insurrección armada cuando los soldados se unen a los obreros y logran derrocaron a la monarquía zarista en cabeza de Nicolás II.

  1. 23 de febrero (calendario juliano, y 8 de marzo en el calendario gregoriano). Manifestación en conmemoración del Día Internacional de la Mujer en Petrogrado. Destacamentos de militares se unen a los manifestantes.

  1. 24 de febrero (calendario juliano, y 9 de marzo en el calendario gregoriano). Inician los choques entre manifestantes y fuerza pública de Petrogrado. Las consignas de los manifestantes que centran sus arengas en gritos de “¡Abajo la autocracia!”, “¡Abajo la guerra!”.

  • Esta última consiga a se convertirá en un punto de contradicción entre los bolcheviques que como Lenin se oponía rotundamente a seguir participando de una guerra, la Primera Guerra Mundial iniciada en 1914, que consideraba imperialista y a la que el proletariado era enviado a morir como carne de cañón de una aventura sangrienta capitalista. Esto lo planteaba en contraposición minoritaria a Lev B. Kérenski (Aleksandr Fiódorovich Kérenski, político Socialrevolucionario y abogado de profesión), quien veía en esa confrontación bélica una oportunidad para defender la revolución. Lenin, aunque con un gran número de dirigentes de su partido se encontraban en el exilio, logra hacer prevalecer su punto de vista, y los bolcheviques juegan un importante papel en la organización de la huelga.

  1. 25 de Febrero (calendario juliano, y 10 de marzo en el calendario gregoriano). La huelga general toma cuerpo; más de 200 mil manifestantes estaban alzados en las calles de Petrogrado, con la particularidad de que los cosacos se niegan a enfrentar a los manifestantes. La policía, se mantenía fiel al zar causa algunas decenas de muertos. Nicolai II ha ordenado aplastar el levantamiento. El Estado de sitio estaba decretado pero las masas estaban desbordadas por la situación de hambre que padecían y contra la guerra.

  1. 26 de febrero (calendario juliano y 11 de marzo en el calendario gregoriano). Tropas del zar abren fuego contra la multitud dejando un saldo de 150 muertos.

  • La Duma Estatal del Imperio Ruso que se había establecido en una alianza entre centristas e izquierdistas moderados aplaza sus sesiones, y Mijaíl Rodzianko envía un telegrama al zar que tampoco se encontraba en la ciudad, explicando la situación.

  1. 27 de febrero (calendario juliano y 12 de marzo en el calendario gregoriano). Los diputados se resisten a la orden zarista de disolver el Parlamento y proceden a integrar un Comité Provisional de la Duma Estatal, de once miembros representantes de los partidos burgueses liberales del llamado Bloque Progresista, más Kérenski y el dirigente menchevique Nikolái Chjeidze, pensando en que esto calmaría los ánimos. Este hecho en la práctica disolvió la Duma, anunciando la intención de crear un nuevo gobierno y llamando a la calma.

  • En paralelo, el mismo día, dirigentes sindicales, de cooperativas, diputados socialistas y miembros del Comité Central para las Industrias de Guerra que habían sido liberados recientemente inician sesiones en el Palacio de Táuride con el propósito de formar un sóviet del tipo del sóviet de San Petesburgo de 1905. Luego de nombrar un Comité Ejecutivo, para la misma noche del 12 convocan a una reunión de los delegados de los trabajadores.

  • Resaltemos que el Soviet de Petrogrado fue el primero de los soviets que comienzan a extenderse por todo el país.

  1. 28 de febrero (calendario juliano y 13 de marzo en el calendario gregoriano). La actividad de los bolcheviques se acentúa y se acelera el establecimiento de soviets y de consejos locales provisionales en diferentes regiones de Rusia. Este día el Sóviet de Petrogrado publica la primera edición de su órgano informativo Izvestia.

  1. 1 de marzo (calendario juliano y 14 de marzo en el calendario gregoriano). El Sóviet de Petrogrado llama a los soldados a integrar comités en sus unidades y tomar el control de las mismas.

  1. 2 de marzo (calendario juliano y 15 de marzo en el calendario gregoriano). Se integra el Gobierno Provisional que reemplaza al Comité Provisional de la Duma. Lo encabeza el príncipe Gueorgui Lvov con representantes de la burguesía, excepto Kérenski. A este lo nombran ministro de justicia.

  • En Pskov, Nicolás II firma el Manifiesto sobre la abdicación de él y de su hijo Alexei en favor del hermano del zar, el Gran Duque Miguel Románov.

9. 3 de marzo (calendario juliano y 16 de marzo en el calendario gregoriano). Se hacen públicas las abdicaciones.

  • Al observar la gravedad de la situación, Miguel Románov se niega a aceptar la corona. La monarquía y la dinastía Románov que había llegado a Rusia en 1613, se desploman sin remedio.

  1. 4 de marzo (calendario juliano y 17 de marzo en el calendario gregoriano): En Kiev, se forma la Rada Central de Ucrania bajo presidencia del historiador Myjailo Hrushevsky. Luego del Congreso Nacional Panucraniano (del 17 de marzo al 2 de abril de 1917, calendario gregoriano), fue el Parlamento revolucionario de Ucrania, que condujo el movimiento nacional de independencia antes de que los alemanes la disolviesen al año siguiente. En principio, la Rada defendió la autonomía de Ucrania dentro de una Rusia federal, con el apoyo de diversos congresos de soldados y campesinos entre otros, que ganaron el derecho de representar a la nación ucraniana. Al rechazo del Gobierno Provisional ruso la Rada respondió con la proclamación unilateral de la autonomía el 23 de junio de 1917 (calendario gregoriano) en su Primera “Universal”.

  1. 5 de marzo (calendario juliano y 18 de marzo en el calendario gregoriano). Los bolcheviques reanudan la distribución del periódico Pravda.

  1. 6 de marzo (calendario juliano y 19 de marzo en el calendario gregoriano): El Gobierno Provisional promulgó su programa incluyendo sus iniciativas de amnistía, convocatoria de una Asamblea Constituyente y garantías de las libertades políticas. Al mismo tiempo anuncia su determinación de respetar los acuerdos con los Aliados para continuar con la guerra, aspecto que no es del gusto de los bolcheviques.

  1. 7 de marzo (calendario juliano y 20 de marzo en el calendario gregoriano). Lenin, aún en el exilio, pero preparando su regreso a Petrogrado y empeñado en la paz inmediata, exige ruptura del Soviet de Petrogrado con el Gobierno Provisional. Entre el 7 al 26 de marzo (calendario juliano), desde Zúrich escribe sus famosas “Cartas desde lejos”, que son cinco artículos donde analiza las causas del levantamiento de febrero y las perspectivas para el siguiente paso en la lucha revolucionaria.

Veamos una primera conclusión General respecto a estos antecedentes más inmediatos de la Revolución de Octubre.

Hasta este momento, podemos decir que, el alzamiento de Petrogrado contra la autocracia zarista se inicia con las manifestaciones de conmemoración del Día Internacional de la Mujer, que converge junta con las huelgas de los obreros de las grandes fábricas de la ciudad, y prosigue con la huelga política general que desemboca en la insurrección armada en la que se terminan juntando obreros, soldados campesinos y población de diverso tipo hasta derrocar al gobierno zarista. Tras la caída de Nicolai II por la acción revolucionaria de huelga e insurrección protagonizada por las masas rusas, especialmente de Petrogrado, se crea el Gobierna Provisional.

El Soviet de diputados obreros, soldados campesinos que se organiza el 27 de febrero en Petrogrado tiene el predominio de los eseristas y mencheviques, que buscaban afianzar a la burguesía, temerosos de que la revolución se profundizara. De tal manera que con su asentimiento y apoyo se conforma el Gobierno Provisional de carácter burgués del 2 de marzo, mayoritariamente integrado por representantes del partido demócrata constitucional (cadetes) y por octubristas, y presidido por el príncipe Lvov, cuya duración se prevé debe ser hasta que se realicen las elecciones que creen la Asamblea Constituyente.

En el mismo momento queda establecida una dualidad de poderes, en la medida en que los intereses de los obreros y campesinos, estaban representados por los Soviets y los de la burguesía, por el Gobierno Provisional. Y siendo los obreros, campesinos y soldados los que hacen la revolución no son ellos sino la burguesía quien toma el mayor provecho de la quiebra del zarismo estableciendo su control dentro del manejo formal y práctico del poder, haciendo todo tipo de esfuerzos y maniobras para implantar la dictadura burguesa.

No obstante, la conveniencia del Gobierno Provisional de mantener control de la población apoyándose en la ascendencia del Sóviet, y la de este de evitar un aplastamiento militar apoyándose en el gobierno puso a ambos sectores antagónicos en la situación de una convivencia necesaria.

Tras la formación del Gobierno Provisional, el Soviet de Petrogrado continuó ejerciendo su propio poder. Y en diversas regiones de Rusia se instauraron Soviets a imitación de la capital. A su vez, se crearon gobiernos locales. Entonces, signado por esta característica del surgimiento de ese doble poder, la Revolución de Febrero teniendo su fuerza en las masas, no sobrepasa el carácter de ser una “revolución burguesa”, en el entendido que no desemboca formalmente en un gobierno socialista sino en un Gobierno Provisional controlado más bien por la burguesía capitalista y aun de corte militarista de Petrogrado; su mayor control lo tienen los representantes de esta clase social. Pero, eso si, con una especie de poder popular paralelo influido por el Soviet (consejo) de obreros, soldados y campesinos de Petrogrado.

Durante importantes sucesos de la Revolución de Febrero, lo que se produce, para la instalación del Gobierno Provisional es una suerte de alianza liberal-socialista, emergiendo la coexistencia de ese doble poder, en la medida en que simultáneamente con el gobierno formal, operaba ya el poder naciente de los Soviets, que al no solucionarse los problemas que habían provocado los descontentos y alzamiento de las masas, agregando la continuación de la guerra, termina rompiendo el equilibrio del doble poder al derrocar al Comité Provisional de la Duma y con ello a todo el Gobierno Provisional.

Habiendo abdicado el zar, y teniendo la burguesía de Petrogrado el control del gobierno, no se observan los cambios que brinden mejoría para una población que ha estado a la expectativa de las promesas, sobre todo en materia de solución de sus necesidades esenciales y de la terminación de la guerra que ese gobierno decide continuar. Todos lo cual multiplica un descontento social que es aprovechado por los bolcheviques para dar tal paso de ruptura definitiva de esa “alianza” mencionada y derrocar al Gobierno Provisional para tomar el poder.

El programa de los bolcheviques, que había logrado afincarse en el Soviet de obreros y soldados de Petrogrado, agitaba dos consignas centrales: “Paz, pan y tierra” y “Todo el poder para los sóviets” (consejos), lo cual le aumentó partidarios y simpatías con prontitud sobre todo entre la gente más desfavorecidas que no quería seguir mandando a sus hijos a la guerra.

El epílogo de la revolución de febrero, según el punto de vista de los historiadores puede ubicarse en el 27 de febrero (calendario juliano y 13 de marzo en el calendario gregoriano), fecha en que se crea el Gobierno Provisional y el Soviet de Petrogrado, o en el 2 de marzo (calendario juliano y 15 de marzo en el calendario gregoriano), que es la fecha de la abdicación del zar Nicolás II.

En todo caso, la Revolución de Febrero es tenida como la primera fase de la Revolución de Octubre (noviembre según el calendario gregoriano).

Octubre de 1917 o los días que estremecieron al mundo.

Durante las jornadas derivadas de la Revolución de Febrero, específicamente las llamadas “jornadas de junio” en que el sector bolchevique de los obreros se había alzado con armas en la mano, tras ser reprimidos fuertemente por las tropas del zar, se anidó con fuerza el sentimiento insurreccional, calando en influjo y tomando forma entrado septiembre. La dirigencia bolchevique tenía ya la visión de la irrelevancia de la presencia de sus partidarios en el parlamento, porque lo concebido era que la misión del futuro Comité Militar Revolucionario estaba en el alzamiento insurreccional armado, lo cual quedó puesto de presente de manera inequívoca por Lenin y por Trotsky. Por el primero cuando expresa al Presidente del Soviet de Petrogrado que “Si el congreso de los Soviets, en su mayoría bolchevique no se hace cargo del poder, el propio bolchevismo está condena a muerte” (Trotsky, L., Imágenes de Lenin. p. 72. 1976. México: Era, serie popular); y por el segundo, cuando en las sesiones en aquella misma jornada, terminara su informe diciendo: «¡Viva la lucha directa y abierta por el poder revolucionario en el país!»(Ibídem); es decir, haciendo el llamado a la insurrección armada.

Pendiente estaba la realización del II Congreso de los Consejos de Obreros, Campesinos y Soldados, los llamados Soviets, convocado para el 25 de octubre de 1917en San Petersburgo. Con 694 delegados frente a 399, claramente los bolcheviques habían logrado consolidar mayorías, por fin, respecto a los Social Revolucionarios y Mencheviques que antes los superaban en número e influjo.

La discusión central del certamen se daría en torno a la consigna “Todo el poder a los Soviets”, fijando el 25 de octubre, abiertamente, como fecha para la revolución. Y cuando se hablaba del pode para los Soviets, se estaba hablando del poder para los consejos u organismos autónomos e independientes, de obreros, campesinos, soldados revolucionarios. Que contaban con el apoyo no solamente de los bolcheviques sino, además, de jóvenes, mujeres y gente común de pueblos y naciones que habían estado bajo el yugo del zarismo.

La estrategia que se adelantó, inicialmente, por parte de los seguidores de los bolcheviques, entonces, consistía en crear las condiciones para que el traspaso del poder se produjera durante ese II Congreso de los Sóviets. Pero Lenin planteaba con vehemencia acciones inmediatas que antecedieran la realización del evento, para evitar algún golpe inesperado de la contra revolución, que terminara frustrándolo todo.

La tarea de conducir las acciones hacia la toma del poder la debía tener el Soviet de Petrogrado, y la determinación del gobierno de enviar más tropas a un frente de batalla cercano, fue factor fundamental para que se terminaran de caldear los ánimos que desatarían la insurrección. Y oponerse a la contra revolución, fue argumento para los alzados en cabeza del nuevo Comité Militar Revolucionario de Petrogrado (CMR), que ya tenía de su lado un importante sector de obreros, campesinos y soldados.

Estamos hablando de un escenario, San Petersburgo o Petrogrado, capital del Imperio Ruso y del Gobierno Provisional presidido inicialmente por el príncipe Lvov y luego por Kérenski, y que era el reflejo de lo que generalizadamente ocurría en aquel país remoto. Recordemos que el 2 de marzo (calendario juliano y 15 de marzo en el calendario gregoriano), cuando se integra el Gobierno Provisional que reemplaza al Comité Provisional de la Duma, quien encabeza el gobierno es Gueorgui Lvov y Kérenski hace parte de su equipo como ministro; pero el 08 de julio (calendario juliano y 21 de julio en el calendario gregoriano), tras la dimisión de Lvov, el gabinete de transición es formado por Aleksandr F. Kérenski.

En octubre Lenin vuelve a Petrogrado en secreto porque la policía lo busca. Trotsky quien también había vuelto del exilio, ya estaba nombrado como Presidente del Soviet de Petrogrado y Kérensky presionado por la situación de descontento y por sus propios fracasos intenta revitalizar el proceso de democratización que se había truncado y crea un Concejo para las elecciones. Todas las facciones políticas renuevan su actividad recogiendo el espíritu de la revolución de febrero.

Trotsky se niega a formar parte de los debates de la Asamblea y rompe con las demás facciones socialistas. Lenin está en Petrogrado fraguando con Trotsky acciones que superen la ineptitud del Pre-Parlamento (Consejo de la República o Asamblea, que se formó tras el golpe de Kornílov en el otoño de 1917, para paliar el retraso en la convocatoria de la Asamblea Constituyente), donde a su criterio lo que impera es una habladuría que no resuelve nada. Los soldados, no tiene la paz que se les había prometido, los campesinos no tienes la tierra, los obreros no tiene el control de los centros de producción y el pan escasea por todas partes, y son precisamente soluciones urgentes a esos problemas lo que recogen en sus banderas los bolcheviques para reavivar la esperanza de las muchedumbres. Tierra para el campesino y control de la industria para el proletariado son consignas que entusiasman a las masas. Pero primero hay que tomar el poder.

En secreto Lenin reúne la dirección de los bolcheviques y con el peso de sus argumentos logra convencerlos de la necesidad de la insurrección armada sin más demoras, cuyo estallido debe darse antes del inicio del Congreso de todos los Soviets de Rusia. Lenin ni siquiera quiere arriesgarse a la posibilidad de no tener la mayoría formal en el Soviet, por eso cree que es necesario actuar de inmediato.

A mediados de octubre a pesar del invierno la avenida Netsky se llena de gente y en medio del barullo grupos de bolcheviques están haciendo el reconocimiento de los lugares donde van a actuar y a golpear. Se está en desplegando el plan de Trotsky para ocupar puntos estratégicos de la ciudad con velocidad de ejecución que es la clave para tomar a partir de ahí el poder en toda Rusia.

Veamos cómo se desenvolvió la crisis:

(VER SEGUNDA PARTE)

Comments are closed, but trackbacks and pingbacks are open.